La pregunta desaparecida: un acercamiento a la reflexión sobre derecho y no-derecho en Oscar Correas

Mauricio Chamorro Rosero

Abogado de la Universidad Cooperativa de Colombia. Sociólogo y Especialista en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Nariño. Magister en Antropología de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Magister en Derechos Fundamentales de la Universidad de Granada. Doctor en Sociología y Antropología de la Universidad Complutense de Madrid. Posdoctor en Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Profesor e investigador de la Facultad de Derecho de la Universidad Cooperativa de Colombia. Profesor del Departamento de Sociología de la Universidad de Nariño. Profesor del Programa de Pós-Graduação em Direito Agrário de la Universidade Federal de Goiás. Miembro del grupo de investigación La Minga. Integrante del Grupo de Trabajo CLACSO Trabajo agrario, desigualdades y ruralidades.

Mauricio Chamorro Rosero*

El pasado 27 de abril se conmemoraron cinco años del fallecimiento del profesor Oscar Correas, una de las figuras más influyentes de la crítica jurídica latinoamericana. Su legado intelectual se caracteriza por una lectura marxista del derecho, desde la cual articuló una visión materialista rigurosa y coherente. Aun cuando, desde finales del siglo XX, el proyecto neoliberal se había impuesto en gran parte de las universidades y facultades de derecho del continente, el profesor Correas continuaba defendiendo sus ideas. En ese escenario, no sólo mantuvo su enfoque crítico, sino que lo desarrolló aún más, afianzando una propuesta radical orientada a transformar la concepción hegemónica del derecho.

Justamente, las recurrentes reflexiones frente a la concepción hegemónica del derecho, las cuales representaron uno de los aspectos centrales en la teoría crítica propuesta por el profesor Correas, le permitieron evidenciar que existe una pregunta fundamental que ha desaparecido de las agendas temáticas de muchas personas que se dedican al estudio del derecho.[1] Esta pregunta puede formularse de diversas maneras, pero, en esencia, plantea lo siguiente: ¿con qué derecho el derecho es “derecho”?[2] Es decir, ¿por qué ciertos sistemas normativos son considerados jurídicos mientras que otros no lo son?

Aunque esta pregunta podría parecer elemental para iniciar los estudios de derecho, en la práctica suele pasar desapercibida. Así, muchas veces se enseña que, simplemente, el derecho es un sistema de normas que regula una sociedad y se da por sentado que ese sistema normativo dominante es el “jurídico”, es derecho, relegando a los demás al estatus de no-derecho. Sin embargo, como bien nos lo permiten señalar los trabajos del profesor Correas, esta no es una simple cuestión terminológica, sino un problema de poder y legitimación. El derecho, tal como se enseña y se reproduce en las universidades, no es una construcción neutral. Por el contrario, se trata de un conjunto normativo que ha alcanzado una posición dominante, imponiéndose como el único derecho posible o válido.

Según el profesor Correas, la posición dominante de ese sistema normativo se ha conseguido a partir de una trampa que incluye dos momentos. “El primero consiste en producir una definición de la palabra ‘derecho’: discurso prescriptivo autorizado. En segundo momento, se adjudica el sentido así construido, a uno de los ordenes normativos existentes: el hegemónico; el cual, por esto, y sólo por eso queda bautizado como ‘jurídico’”.[3] Esta hegemonía invisibiliza otros órdenes normativos que, aunque organizados y coherentes –como los sistemas normativos indígenas, comunitarios o alternativos–, no son reconocidos como “derecho” por la teoría jurídica tradicional.

De esta manera, el profesor Correas insistía en que la categorización entre derecho y no-derecho no es accidental. La teoría jurídica dominante se ha construido precisamente sobre la base de esa exclusión, legitimando un modelo de derecho estatal, formalista y positivista que niega su carácter político e histórico. El derecho hegemónico se presenta como neutral y objetivo –y se enseña así en muchas facultades de derecho–, cuando en realidad responde a intereses concretos y se sustenta en relaciones de poder.

La crítica jurídica, entonces, no sólo pone en duda los contenidos del derecho, sino que cuestiona su propia definición y los criterios con los cuales algo se reconoce como jurídico. Así, al desnaturalizar el concepto mismo de derecho, el profesor Correas abre un espacio para pensar en múltiples formas de normatividad, y para repensar el papel del derecho en las luchas sociales. Reconocer la pluralidad jurídica es un primer paso hacia una concepción más democrática y menos excluyente del derecho, una que no reproduzca automáticamente la lógica del poder dominante.

Para finalizar, es importante destacar que la obra del profesor Correas forma parte del legado vivo de las luchas y resistencias sociales del continente, y sus ideas persisten en quienes desafían el discurso jurídico dominante y trabajan por construir un mundo más justo.

[1] CORREAS, Oscar (2010). Teoría del Derecho y Antropología Jurídica. Ciudad de México: Ediciones Coyoacán. 

[2] CORREAS, Oscar (2004). Teoría del Derecho. Ciudad de México: Fontamara, p. 167.

[3] CORREAS, Oscar (2004). Teoría del Derecho. Ciudad de México: Fontamara, pp. 183-184.

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